sábado, 13 de enero de 2018

Reflexión y compromiso...

La vida tiene extrañas formas de mostrarnos lo efímera que es, lo vulnerables que somos y lo "pequeños" que son nuestros problemas, por más que insistamos en magnificarlos.

Es muy triste que muchas veces tengamos que esperar "sacudones" emocionales para reencontrarnos con alguien que queremos, para tomarnos ese café tantas veces pospuesto y para abrazar a quien abrazábamos seguido y de manera tan espontanea en algún momento y lugar de nuestro recorrido por este planeta.

Es igualmente lamentable que debamos experimentar, con dolor en muchos casos, lo fácil que puede ser perder todo aquello de lo que nos sentíamos tan seguros y tan "dueños".

Triste es también tener que sentir miedo, tristeza o incertidumbre para comenzar a agradecer por aquello (por poco que sea) que tenemos y por los regalos con los que la vida nos bendice constantemente a pesar de lo poco que, en muchos casos, le devolvemos en amorosa retribución.

Hoy, decido que no perderé un minuto más de lo que sea que me quede, en lamentarme sin proponer soluciones.

En cada situación en la que me sienta tentado a aferrarme a la negatividad, a la ingratitud, al pesimismo y al juicio, aportaré, bendeciré, agradeceré, daré, amaré, escucharé, abrazaré, actuaré, contruiré, perdonaré, comprenderé, insistiré, soltaré.

Preguntaré cada día a las personas que la vida pone frente a mí (empezando por aquella a la que veo en el espejo al despertar), y a la vida misma: ¿Qué puedo hacer hoy por ti?

Por Elvis Canino Doula