viernes, 30 de noviembre de 2012

Juegos Finitos y Juegos INfinitos



James Carse, en su libro “Finite and Infinite Games”, describe un mundo de juegos finitos en los que los ganadores y los perdedores las reglas, los límites y el tiempo son extremadamente importantes. En el Mundo de los juegos finitos, los títulos, las adquisiciones y el prestigio son primordiales. La planificación, la estrategia y el secreto son cruciales. Para convertirte en un maestro en el mundo de los juegos finitos tienes un público que conoce las reglas y que te dará una reputación. En el juego finito ser identificado con los perdedores es terrible y peligroso. El juego finito valora los cuerpos, las cosas y las reputaciones. La pérdida última es la muerte.

En este libro, Carse explica que el resultado final del juego finito es la autoaniquilación porque las máquinas que inventamos para ayudarnos en este juego de ganadores y perdedores destruirán a los que confíen en ellas. La tecnología, el marketing, la productividad son términos para animar a los jugadores a comprar más máquinas  y el valor de uno depende de cuántas máquinas posee el jugador y lo bien que las haga funcionar.

También existe el juego infinito, que puedes empezar a jugar si quieres. En este juego no hay límites; las fuerzas que permiten que las flores crezcan son infinitas y esas fuerzas no pueden ser dominadas ni controladas. El propósito del juego infinito es conseguir que haya más gente que ría, ame, baile y cante. La vida misma es infinitamente no comprensible. Estas fuerzas existían antes que nosotros y seguirán existiendo tras los límites de la muerte y el tiempo.

Mientras el jugador finito tiene que debatirse y aprender el lenguaje y las reglas para hacer funcionar todas las máquinas, el jugador infinito habla desde el corazón y sabe que las respuestas están más allá de las palabras y las explicaciones. Eso no significa que los jugadores del juego infinito no puedan jugar también juegos finitos. Pero no saben tomárselos en serio…”



Por Wayne W. Dyer